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¿Por qué siento ansiedad por la comida?

¿Estás todo el rato pensando en lo que comiste y comerás? Cuando te pones delante del plato, ¿sientes que te descontrolas? Si tener un calendario en tu cabeza de cómo, qué y dónde vas a comer es algo habitual, puede que tengas ansiedad por la comida.   

A menudo la ansiedad por la comida se manifiesta en momentos complicados, de cambios, de emociones fuertes, estrés… Y te “agarras” a la comida para sentirte un poco más “liberadx” porque la comida también es un placer. Por eso vamos a a intentar ayudarte a gestionar esa ansiedad, entender de dónde viene y qué es lo que te está trastocando tanto física como emocionalmente.

Ansiedad por la comida, ¿por qué ocurre?

Cuando hablamos de ansiedad por comer, nos referimos a comer desconectadx de la realidad, a sentir que la comida te controla a ti en vez de tú a ella, a menudo como respuesta a situaciones que nos provocan emociones fuertes como el estrés.

En muchas ocasiones, esto se genera porque puede haber un hambre real no saciada, has dejado de escucharte o de recibir las señales que te está dando tu cuerpo.

A esta situación has podido llegar por varios motivos, pero sea cual sea, nunca te sientas juzgadx, ni mucho menos culpable. Este artículo tiene el objetivo de que te reconcilies con lo que está pasando y te entiendas un poquito más.

Las causas de la ansiedad por comer pueden ser generadas por:

Factores sociales y culturales

Vivimos en una sociedad donde los medios de comunicación y las redes sociales tienen una presencia y protagonismo significativos. Ambos medios ejercen una gran influencia en nuestras vidas, muchas veces de manera negativa.

En estos canales (afortunadamente cada vez menos), se glorifica la delgadez y se demonizan ciertos alimentos. Se presentan imágenes de cuerpos “perfectos” y “dietas milagrosas”, generando una presión constante para cumplir con estándares irreales.

Es hora de rechazar la violencia estética y mostrar que los cuerpos reales, de verdad, son lo más bonito que hay.

Factores psicológicos

¿Has escuchado hablar alguna vez del hambre emocional? Nos referimos a cuando se utiliza la comida como placebo, para lidiar con las emociones negativas y manejar el estrés, la tristeza o la soledad…

Esto puede llevar a episodios de ansiedad por la comida seguidos de culpa y vergüenza, creando un ciclo de auto-reproche que solo te hace daño. Sin embargo, no olvidemos que somos seres emocionales y vivimos en una sociedad donde muchas celebraciones giran en torno a la comida.

Por tanto, es natural que el hambre tenga una pequeña carga emocional. Sin embargo, sí que deberíamos ser conscientes de que si ese hambre emocional adquiere demasiado protagonismo y siempre se gestiona con la comida este tipo de situaciones, puede acabar convirtiéndose en un problema mayor.

Imagen sobre los síntomas de hambre emocional y ansiedad por la comida

Además, tras varios estudios se ha determinado que el estrés agudo, es decir, la ansiedad que se tiene en un momento determinado, reduce el apetito. Mientras que, el estrés de larga duración o crónico, genera un aumento en la sensación de hambre y descontrol, tal y como afirma Laura Holsen (neurocientífica clínica) en este artículo.

Factores personales en la infancia

Cada uno de nosotros tiene su propia historia y, a veces, la historia personal de cada uno condiciona muchísimo el momento actual. En muchos colegios, se destaca a las niñas “delgadas” como las más “monas”, y son ellas las elegidas para protagonizar obras de teatro y otras actividades.

Este tipo de experiencias pueden dejar cicatrices emocionales que se ocultan con el tiempo porque, después de todo, solo eras una niña, ¿no? Sin embargo, estas cicatrices pueden ser mucho más profundas de lo que pensamos y afectar significativamente a tu relación con la comida.

No ignores estos sentimientos; comienza a escucharte a ti mismx y pregúntate si esto te sucedió y cómo te hizo y te hace sentir; y si te das cuenta de que este podría ser tu caso, no dudes en buscar ayuda profesional.

Nadie debería ser marcado por un estereotipo, y mucho menos desde pequeños. Hagamos todo lo posible para que los niños sean felices sin tener que cumplir con estereotipos impuestos por los adultos. Esta es la manera de evitar que crezcan con marcas que vayan minando su autoestima.

Restricciones alimentarias

A menudo se intenta controlar la ansiedad limitando severamente la ingesta de comida, sin darte cuenta de que esto puede ser contraproducente y perjudicial para tu salud física y mental.

Además, con el verano a la vuelta de la esquina, resurge la famosa frase utilizada en los años 60 en una campaña publicitaria: “operación bikini”. Esta expresión parece servir como una alerta, indicando que debemos preparar nuestro cuerpo para una “ocasión especial”: las ansiosas vacaciones.

Estos pensamientos generan una presión innecesaria que puede conducirte a dietas restrictivas, (eliminando ciertos tipos de alimentos), a conductas compensatorias para contrarrestar excesos del fin de semana, y a una obsesión con las calorías, preocupándote continuamente por contarlas y analizar la información nutricional de cada alimento.

Esa situación puede llevarte a entrar en un bucle de auto-culpa que solo te aleja de ti mismx, de tu brillo y del disfrute de la comida. Por ello, hemos organizado este taller para ayudarte y proporcionarte todos los consejos necesarios para que este verano, tu única preocupación sea estar tranquilx y disfrutar.

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Cómo tener una buena relación con la comida durante las vacaciones

En este taller online te daremos herramientas teóricas y prácticas para que puedas mejorar tu relación con la comida, el deporte y tu autoestima, antes, durante y después del verano.

Estrategias para manejar la ansiedad por la comida

Lo primero que queremos decirte es que seas paciente contigo mismx; respeta tus tiempos ya que la ansiedad no es fácil de controlar. No se trata de llegar primero, sino de llegar. No hay comparaciones. esta es tu propia batalla y será tu propio y futuro éxito, te lo aseguramos.

Dicho esto, vamos a darte una serie de claves para que puedas reducir la ansiedad por la comida:

📌 Ajusta las cantidades

Lo que más solemos ver en consulta es una falta de saciedad física en los casos de ansiedad por la comida. Ya hemos explicado por qué se genera la ansiedad y una gran causa es la restricción alimentaria. Por lo tanto ya sabes que es esencial incluir suficiente comida en tu día a día y priorizar los platos completos (con diferentes grupos de alimentos como hidratos, proteínas y grasas) para saciarte más.

📌 Comprende tus necesidades nutricionales

Es importante que sepas qué necesita tu cuerpo para funcionar, pero para funcionar de verdad. No para sentirte con toda la energía del mundo el lunes y estar demasiado cansado el jueves. Los alimentos son energía, son la gasolina que necesita tu cuerpo y no debes prescindir de ninguno de ellos.

Nosotras como nutricionistas podemos ayudarte a entender todo esto y a desmitificar conceptos erróneos sobre la comida.

📌 Pide ayuda, ve a terapia

La voluntad de querer mejorar es maravillosa, pero no siempre es suficiente. En la conducta alimentaria influyen muchos factores, como el estrés, la culpabilidad y los hábitos nutricionales, entre otros muchos.

Es posible que no tengas todas las herramientas necesarias para solucionarlo por tu cuenta. Por eso, toma esa fuerza y esa voluntad y pide ayuda a un especialista. Un profesional puede darte toda la ayuda que necesitas para abordar estos problemas.

  • Acéptate tal y como eres

No hay un cuerpo “más ideal” que el tuyo. Enfócate en ti y en tu potencial, todxs tenemos algo que nos gustaría cambiar de nosotrxs, eso está claro, pero oye ¿y si eso lo focalizas de manera más positiva e intentas aprender algo de ello? ¿A sacarle algún partido? Piénsalo…

  • Práctica la alimentación consciente

Reconecta de nuevo contigo, empieza de nuevo a entender cuando tienes hambre y cuando estás saciadx. Y sobre todo, deja de juzgarte; el cuerpo es sabio. Si te pide comida es porque tienes hambre. Intenta comer sin distracciones, atiende a tu cuerpo y mira cómo va reaccionando, sin presiones, sin forzarte… Solo escuchándote.

  • Duerme bien

Dormir bien es indiscutiblemente uno de los pilares esenciales para poder tener la energía suficiente. Cuando no descansas correctamente, estás más cansadx, sensible e irascible. Todo esto tiene un impacto directo sobre nuestro cuerpo, aumentando los niveles de hambre y generando mayor ansiedad por la comida.

  • Haz ejercicio físico

Practicar ejercicio físico que disfrutes puede ser un verdadero salvavidas, una forma de liberar el estrés y reducir la ansiedad. De hecho, puede considerarse un aliado fundamental en este proceso. Al hacer deporte, aumentas tus niveles de dopamina y endorfinas lo que ayuda a reducir la tensión acumulada. Podría decirse que el ejercicio actúa como un analgésico natural para nuestro cuerpo.

Claves para reducir la ansiedad por la comida

Conclusiones sobre la ansiedad por la comida

Sentir ansiedad, es una llamada de alerta que nuestro cuerpo manda pidiéndonos a gritos que reconectemos con nosotros mismos.

Esta sensación con la comida puede generarse por varios factores, como el estrés, vivencias de la infancia o restricciones de determinados alimentos.  A menudo, se utiliza la comida como un mecanismo para hacer frente a estas emociones, lo que puede llevar a episodios de mucha comida emocional seguidos de sentimientos de culpa y vergüenza.

Sin embargo, hay diferentes maneras de manejar la ansiedad por la comida, como buscar ayuda con un profesional tanto de psicología como de nutrición especializados en esta área, dormir bien, hacer ejercicio regularmente y sobre todo… Quererte, quererte mucho. Siéntete muy orgullosx de la persona que eres y en la que te estás convirtiendo.


Fecha de publicación
12 junio 2024

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