Violencia Estética: El Impacto de la Belleza en la Actualidad

¿Puede la belleza ser una forma de violencia? Sí, y se llama Violencia Estética.

Desde hace décadas, la estética tiene un impacto poderoso y a menudo invisible en nuestras vidas. En la publicidad y las redes sociales, la belleza y la imagen corporal se han convertido en una moneda de cambio.

Estamos bombardeados diariamente con imágenes idealizadas de cuerpos perfectos, rostros sin defectos y vidas aparentemente idílicas. Esta presión por ser “perfecto” puede tener serias repercusiones en nuestra salud mental y emocional.

Imágenes sacadas de Pinterest bajo el término “That girl” o “Esa chica”

La obsesión por la belleza puede llevar a trastornos como la dismorfofobia y los TCAs, y afectar negativamente nuestra autoestima y nuestra relación con nuestro cuerpo. 

A medida que avanzamos en este artículo, hablaremos sobre qué es la violencia estética, cómo se manifiesta en nuestro día a día con algunas de nuestras experiencias personales y cómo podemos desafiar y cambiar estos ideales que tanto daño hacen.

¿Qué es Violencia Estética?

La violencia estética se entiende como una forma de presión social por cumplir un prototipo de belleza impuesta, un único estándar de belleza.

Es decir, tener que “ser” de una determina forma física para ser aceptadx por la sociedad. Es un ataque contra la diversidad de los cuerpos y el derecho a ser tratados con respeto.

La presión por seguir estos cánones de belleza a menudo trae consecuencias físicas y mentales ya que no se prioriza la salud de la persona sino cómo se ve físicamente.

Esta forma de violencia es mayor en mujeres en niñas ya que nos hemos visto más expuestas a publicidad, revistas y cuerpos perfectos desde hace décadas. Aun así, también existe la violencia estética en otros colectivos y tiene las mismas repercursiones.

El Concepto de Belleza en la Sociedad

La belleza ha sido siempre un concepto subjetivo y variable, influenciado por la cultura y las normas sociales. Sin embargo, en la sociedad actual, se ha vuelto cada vez más estandarizada y centrada en la perfección a todos los niveles.

“La belleza comienza en el momento en el que decides ser tú misma”

Coco Chanel

Los medios de comunicación y las redes sociales, imponen imágenes de belleza inalcanzables que crean un ideal irreal para hombres y mujeres.

Este tipo de cánones de belleza llevan a la exclusión social, la discriminación laboral y la falta de oportunidades. Además, la belleza se ha convertido en un criterio cada vez más importante a la hora de entablar amistades y relaciones personales, lo que puede generar rechazo y aislamiento para aquellos que no cumplen “con los estándares de belleza dominantes” de ese cánon.

El Impacto de los Estándares de Belleza en la Salud Mental

Los estándares de belleza cambian constantemente. De hecho, en el último milenio han cambiado radicalmente a lo largo de las décadas.

Sólo valorando los últimos 40 años, es imposible pensar que una misma persona pueda entrar en esos cánones sin sufrir un impacto físico y mental brutales.

Además de todo esto, no es de extrañar que las tasas de personas que padecen un TCA u otros trastornos mentales como la dismorfia corporal, en la que la persona tiene una visión distorsionada de su imagen física, no dejen de aumentar.

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Por todo esto, es fundamental que promovamos una imagen positiva del cuerpo y educar sobre la importancia de la salud mental en relación con la belleza.

El Papel de las Redes Sociales

Las redes sociales son una plataforma dominante para la exposición y promoción de la belleza canónica y la perfección. A través de Instagram, TikTok o YouTube, hemos visto como se sigue perpetuando el “si quieres, puedes” o lo que es lo mismo, la idea de que todo el mundo puede tener un cuerpo “x”.

Además, las redes sociales fomentan una constante comparación con otras personas, tanto a nivel físico como de estilo de vida, ya que se compara lo que una persona decide conscientemente enseñar de su día a día con la realidad de otra, a menudo muy diferentes.

Del mismo modo, la posibilidad de “ocultarnos tras una pantalla” también ha aumentado los “haters” y los comentarios negativos hacia personas que se salen del cánon establecido.

Esto precisamente, es violencia estética y gordofobia, y ambas tienen graves consecuencias para la salud mental de las personas que son atacadas.

“Body Positive” y Belleza Inclusiva contra la Violencia Estética

Afortunadamente, en los últimos años el movimiento de positividad corporal o “Body Positive” en inglés y de belleza inclusiva ha ido ganando fuerza y desafiando los estándares de belleza dominantes. Este movimiento aboga por la diversidad y la inclusión en la representación de la belleza en todas las áreas.

La positividad corporal se trata de aceptar nuestros cuerpos tal como son, sin importar su forma, tamaño o apariencia. Se enfoca en celebrar la diversidad y reconocer la belleza en todas sus formas, incluyendo a personas de diferentes razas, etnias, tamaños, edades y capacidades.

Este movimiento es fundamental para contrarrestar la violencia estética y promover una cultura de aceptación y amor propio.

Entender la violencia estética puede ser sanador para darte cuenta de que aunque algo no te guste, no tienes que esconderte o someterte a una cirugía invasiva y peligrosa para cambiarlo.

También es importante que las personas seamos críticas con los mensajes de belleza que recibimos y que, si algo no nos gusta, promueve estándares irreales o nos hace sentir mal, que no tengamos miedo de hablar y decirlo. El cambio empieza en cada una de nosotras.

Conclusión

La violencia estética es una realidad en nuestra sociedad y tiene un impacto significativo en nuestra salud mental y emocional. Los estándares de belleza inalcanzables y la presión por cumplir con ellos pueden afectar negativamente nuestra autoestima y relación con nuestros cuerpos.

Sin embargo, podemos desafiar y cambiar estos ideales a través de la aceptación de otros cuerpos y diversidades, de eliminar la crítica y los juicios hacia otras personas y de promover la diversidad corporal en todas las áreas de nuestra vida: redes sociales, trabajo, medios que consumimos, etc.

Recuerda que tu físico, NO te define.