Vivir con el Trastorno ARFID: el rechazo a los alimentos por su sabor, textura u olor
El Trastorno de Alimentación Selectiva, también conocido como ARFID, es un trastorno de la alimentación o TCA que se confunde a menudo con ser muy “quisquilloso” con la comida, dada la restricción y selección de ciertos alimentos.
Este TCA no está relacionado con la preocupación por la imagen corporal o las kcal de los alimentos (a diferencia de otros trastornos alimenticios) sino con una fuerte antipatía a ciertos alimentos o texturas. En este artículo vamos a hablar sobre qué es ARFID y el tratamiento más adecuado en caso de padecerlo.
Vamos a hablar de:
¿Qué es el Trastorno ARFID?
El trastorno ARFID se caracteriza por evitar o restringir ciertos alimentos, lo que puede causar serios problemas de nutrición al restringirse nutrientes esenciales. Las personas con ARFID suelen evitar estos alimentos por varias razones:
- Sensibilidad sensorial: fobia a ciertos sabores, texturas, olores o colores.
- Miedo a las consecuencias negativas que podrían producirse al comer: atragantarse, vomitar, tener reacciones alérgicas…
- Falta de interés en comer o poco apetito en general.
Estas conductas pueden llevar a una pérdida de peso significativa, deficiencias nutricionales y problemas en el desarrollo físico y emocional, especialmente en niños y adolescentes.
Además, un dato a tener en cuenta aunque evidentemente no el único, es que el trastorno ARFID es el trastorno alimentario más hereditario (70-85%) frente a la anorexia nerviosa (48-74%), la bulimia nerviosa (55-61%) y el trastorno por atracón (39-57%), según una investigación que realizó la BBC.
Sin embargo, el desarrollo de este trastorno no se debe únicamente a causas genéticas. Hay ciertos hábitos con la comida que se pueden desarrollar desde pequeños y pueden ser un signo de este trastorno. Por ese motivo, es importante estar atento a diferentes “red flags” o “banderas rojas” como:
Tratamiento del trastorno ARFID
Como en el caso de otros TCA y aunque estos trastornos son alimenticios, siempre es necesaria la parte nutricional y psicológica para poder avanzar en el tratamiento. Es muy importante contar tanto con nutricionistas como con psicólogos especializados en TCA y que ambos guíen al paciente hacia la recuperación juntos.
Enfoque nutricional
Lo primero que se aconseja realizar es una evaluación nutricional completa. Al ser un trastorno en el que se suelen dar deficiencias nutricionales importantes, es esencial identificarlas y diseñar un plan de alimentación personalizado para asegurarnos de que el paciente obtiene lo antes posible los nutrientes necesarios para su mejoría.
Además, habrá que ir introduciendo de manera gradual y siempre teniendo en cuenta el nivel de miedo que dichos alimentos generan, nuevos alimentos y texturas de forma tranquila y controlada en un entorno en el que la persona se sienta segura. Así, poco a poco, esos olores, sabores y texturas, pueden identificarse con unas sensaciones más positivas.
Sin duda, es importante enseñar tanto a la persona que lo padece, como a la familia o pareja con las que puede convivir, la importancia de lograr alcanzar una alimentación equilibrada y sostenible en el tiempo.
La idea no es hacer el cambio de forma repentina, sino poco a poco para que el paciente pueda ir acostumbrándose a esos nuevos alimentos.
Todo proceso de cambio a nivel nutricional y psicológico tiene sus tiempos, por lo que hay que intentar no juzgar y tener paciencia además de dejarse aconsejar por los profesionales especializados en este ámbito.
Enfoque psicológico
Como hemos comentado, este tipo de trastorno también requiere de la intervención de psicólogos especializados en TCA ya que profundizarán en los miedos generados en torno a esos alimentos e irán guiando al paciente a superarlos junto con el plan trazado con el nutricionista.
Es importante saber que hay una terapia que se suele emplear en mayor medida para el trastorno ARFID y es la terapia cognitivo-conductual (TCC).
Esta sirve como instrumento para ayudar al paciente a tomar conciencia de los pensamientos negativos y a responder a estos momentos de estrés, de manera más eficaz.
La técnica que se suele utilizar es la terapia de exposición en la que se expone al paciente de manera gradual y constante a esos alimentos que se intentan evitar y se trabaja sobre el miedo para que la ansiedad se reduzca poco a poco.
Bajo el mismo paraguas, también es muy relevante indagar en la ansiedad y todos los factores que están contribuyendo y empeorando esta situación.
Además, los psicólogxs también involucrarán a la familia en caso necesario para asegurarse de que sean un apoyo en casa y un soporte para ir haciendo la transición.
La importancia de un tratamiento integrativo
La colaboración entre nutricionistas y psicólogxs es esencial para el tratamiento efectivo del ARFID. Este enfoque multidisciplinario asegura un tratamiento totalmente personalizado que aborda tanto las necesidades físicas como emocionales.
En nuestro caso, nuestra psicóloga y nutricionista trabajan mano a mano para realizar una planificación conjunta del tratamiento, realizan reuniones regulares para analizar el progreso y ajustan el tratamiento según sea necesario.
Otro factor a tener en cuenta es que tengas una buena conexión con los especialistas. Para que el tratamiento funcione, es esencial que el paciente se sienta cómodx, y que pueda abrirse sin sentirse cohibidx.
Asimismo, el plan tiene que ser totalmente personalizado, no todxs somos iguales y por tanto, no hay una terapia genérica ni un plan nutricional que sirva a todos. Por eso es imprescindible ponerte en manos de profesionales de verdad, que te acompañen y te entiendan durante el proceso.
En Obylagom solo creemos en un enfoque integrativo para conseguir sanar la relación con la comida al 100%. Así que, si tienes cualquier duda, no dudes en preguntarnos.
Conclusión
Enfrentarse al ARFID puede generar un poco de miedo e incertidumbre ya que es un trastorno complejo, pero recuerda que no estás solx, hay profesionales especializados en esto que pueden ayudarte y guiarte en todo momento.
Por eso es importante elegir un equipo de nutricionistas y psicólogxs que te comprendan y te acompañen. Es esencial que trabajen juntxs para que el proceso sea el mejor posible. Y no hay que olvidar la importancia de tener a la familia, amigos, pareja… cerca, intentando que sean un apoyo en el proceso.
¿Estás listx para comenzar a sanar tu relación con la comida y contigo mismx? 💖
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